Página 49 - Ay amor, ya no me quieras tanto

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Los músicos
C
uando
los
asistentes
a
la
cena
de Año Nuevo
terminaron de ocupar sus sillas en las diez mesas
dispuestas y reservadas para la ocasión, en el salón
Ventura de aquel hotel de cinco estrellas, el dueto de
músicos contratado para animar la velada ya iba por
la séptima u octava canción.
De una forma muy decorosa y emulando bien
los timbres originales, el vocalista interpretaba bala-
das en inglés muy propicias: “
I’ve got you under my skin
y “
My way
”, de Frank Sinatra; “
You’ll never find another
love like mine
”, de Lou Rawls; “
Can’t smile without you
”,
de Barry Manilow; “
Piano man
”, de Billy Joel; “
You’re
the first, the last, my everything
” y “
What am I gonna do with
you
”, de Barry White, entre otros temas clásicos y algo
nostálgicos en los que alcanzaba a brillar un toque
festivo.
Del cuello del vocalista colgaba una guitarra,
mientras que una atractiva mujer, de larga cabellera ri-
zada, se encargaba de los teclados. Además de dueto,
eran pareja.
En un principio, algo intimidados, los asistentes
se limitaron a observar el show, lo que no impidió a
Sergio Albornoz hacer gala de la arrogancia y pre-
potencia que lo caracterizaban. “Qué
loser
el que se